Buenos Aires, Hotel de Inmigrantes, inizi del '900. (immagine dal web) |
Quella di Josefina América Scarfó, calabrese d'Argentina (1913-2006), e di Severino Di Giovanni, abruzzese (1901-1931), è la storia di un amore senza limiti; leggendone, il cuore del lettore vorrebbe fermarsi per un attimo e non tenere conto dei morti negli attentati anarchici, sperando almeno che il coinvolgimento - leggi la colpa del delitto - non sia da attribuire in toto all'autore di quegli atti efferati, essendo egli anche il coprotagonista di tanta storia d'amore. Insomma, si è portati a fare il tifo, a sperare fino in fondo, increduli davanti alla compresenza, in una persona, di tanta capacità di amare e ferire, seppure ferire e colpire a morte per motivi politici e di lotta sociale. Poi la storia ha il sopravvento, e con essa anche la ragione, la razionalità. Serafina ha amato sempre, questo è certo, e mi viene da pensare ad un modo di dire che ho potuto leggere in un racconto del grande scrittore uruguayano Mario Benedetti: ''si me sube la calabresa''... ''se mi sale la calabrese'', e se questa espressione si è affermata in quel paese così vicino all'Argentina un motivo ci sarà. Ho ritrovato stanotte questo ritaglio di giornale, a distanza di alcuni anni dalla sua pubblicazione, e volevo condividerlo con chi passa da queste parti, sia che ne sapesse qualcosa, sia che fosse all'oscuro di questa rarissima storia d'amore.
Antepongo al paginone del 'Manifesto' del13/9/2006 le parole che seguono, tratte da 'América', di Osvaldo Bayer, da 'Página /12' del 27/8/2006.
Los poetas le cantaron a América Scarfó. A finales de los ’30, el querido Raúl González Tuñón escribirá: "América Scarfó te llevará flores y cuando estemos todos muertos, América nos llevará flores". Es que había quedado en todos el rostro de América el día en que mataron a su amado Severino: no lloraba, estaba sumamente triste, pero firme. Lo iba a seguir amando toda su vida, como me dijo cuando la fui a entrevistar, allá a comienzos de los setenta. Yo había logrado descubrir dónde estaban las cartas de amor que le había escrito Severino y que en el allanamiento de la quinta de Burzaco se había llevado la policía. Las cartas de amor más bellas que he leído en mi vida. No sólo los uniformes fusilaron a Severino sino que también hicieron "desaparecer" sus cartas de amor. Pero así como los desaparecidos de los setenta reaparecieron en sus Madres, así las cartas reaparecieron ante la búsqueda sin fin del historiador. En sus líneas de despedida, antes de recibir las balas militares, Severino le escribe a América: "Carissima: más que con la pluma, el testamento ideal me ha brotado del corazón hoy, cuando conversaba contigo: mis cosas, mis ideales. Besa a mi hijo, a mis hijas. Sé feliz. Adiós, única dulzura de mi pobre vida. Te beso mucho. Piensa siempre en mí. Tu Severino". Antes de esas últimas líneas, se le había concedido a Severino despedirse de América, que también estaba detenida.
América le dio el último abrazo, él la besó. Le pidió a ella que cuidara de los hijos de él y de Teresina, su esposa. América le dijo: "voy a seguir con tu recuerdo hasta mi muerte". El la miró con mucha tristeza y le respondió: "¡Oh, Fina, tu sei tan giovane!". Se besaron de nuevo. América salió mirándolo a Severino. Por ello tropezó con una rejilla y Severino le gritó: "¡ten cuidado!".
Los más destacados periodistas de Buenos Aires estuvieron en el fusilamiento. La mejor crónica fue la de Roberto Arlt, que no puso ningún comentario propio sino sólo la descripción de ese teatro irracional de la fuerza bruta contra las ideas."La descarga terminó con el más hermoso de los que estaban presentes", serán las últimas palabras de la crónica del periodista del Buenos Aires Herald.
Segnalo un link a TropeaMagazine, sito che ho 'scovato' cercando immagini della Scarfò e che trovo molto ben fatto e profondamente radicato nel territorio di quella cittadina (la famiglia di Serafina era originaria di Tropea): http://www.tropeamagazine.it/morteamericascarfo/
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